Tengo 78 años y una serie de problemas con mi cuerpo en el cual deben de
operarme para poder seguir viviendo, me llamo Ceferino y tengo un nieto que se
llama Diego ha cumplido 10 años y es el nieto que más quiero, pero desde que
empezó este nuevo curso parce ser que los padres lo están distanciando de mí,
no lo sé , pero esa es mi impresión, será que mi hijo mas pequeño se ha quedado
sin trabajo y ha tenido que venirse a vivir a mi casa, la verdad que hemos
tenido que separarnos ya que mi hija estaba viviendo aquí conmigo y ha tenido
que irse a vivir a otra casa a 10 minutos de donde vivimos con el consiguiente
trastorno de que para ir el niño a la escuela tienen que levantarse antes, todo
esto creo que ha influido en la relación con el niño, lo encuentro más
despegado y ya no es como antes ¿será que ya es mayor? Y que aun de que sigue
queriéndome pero ya creo que le preocupan otras cosas.
No trates de disipar mi dolor. Me duele el corazón y éste no sana con
risas sino con caricias. Todo lo que necesito es la garantía de que, mi nieto nunca me abandonará. Qué duro es cuando
nuestro nieto alguien por quien sentimos amor y en quien hemos depositado todas nuestras
ilusiones y expectativas, un día nos dice abuelo tenemos que hablar. Sabemos
que después de esto viene una disculpa y, en el mejor de los casos, un
distanciamiento, aunque generalmente significa que ya se ha hecho mayor y su abuelo es para el un amigo pero que ya
no le tira tanto estar con él, le gusta estar en la calle con los amigos y
amigas , solo su abuelo será el refugio de sus desamores. Nuestro corazón se
acelera, sentimos que nos falta el aire y nuestra carga emocional y conexiones
neuronales van a tal velocidad que hasta se nos hace difícil pensar. Tan solo me
viene a la cabeza ¿Por qué? ¿Qué
he hecho mal? ¿No soy suficiente para mi nieto? ¿Qué voy a hacer ahora sin él? Un
sinfín de cuestiones negativas que se apoderan de nuestra mente, y que lo único
que consigo es que el miedo se apodere
de mí.
No sé cómo superar esto, estoy nervioso y no creo que exista en realidad
ese presagio que mi mente ya ha analizado, a veces tengo ganas de llorar, y me
pregunto por qué, he tenido problemas pero he decidido superarlos pero no sé si
sea eso, conscientemente no me dan tristeza pero no sé si tenga algo que ver
con el subconsciente y lo peor es que no lloro solo siento que se llenan mis
ojos y estoy a punto de llorar y de repente no puedo hasta siento el famoso
nudo en la garganta pero no lloro, no sé si tenga que ver con mi nieto, con mi
Loly o simplemente son cosas de mi imaginación.
Creo que todos y todas tenemos derecho a deprimirnos, yo he estado
aguantando porque me creía fuerte pero he
juntado miss tristezas y problemas que está a punto de explotar. Sería mejor llorar
todo lo que pueda, al no sacar esos sentimientos reprimidos terminare
enfermando, y en parte ya lo estoy todos mis sufrimientos desde que tu Lolilla
te fuiste han enfermado mi cuerpo, te quiero tanto que aun no estando aquí a mi
lado te sigo queriendo y Dios que te llevo a su lado lo reconocerá
No sé cuantos años tengo, creo que tengo 78, y la verdad da igual. Creo
que hay ocasiones en nuestras vidas donde todos nos hemos sentido así(lo digo
por experiencia propia) pero yo siempre me pongo en esa idea cuando me suceden
cosas desafortunadas continuas; me he dado cuenta que muchas veces me dejo
vencer, y no hayo otra salida que el estar deprimido pensando en cómo hacerle
para sentirme mejor. He intentado hacer muchas cosas para sentirme alguien en
la vida, pero ninguna de ellas me ha sido de utilidad.
Han pasado 8 años. Mis ojos nunca se cerraban desde que no dormía con
ella. El insomnio me hundía más aún cuando los ruidos empezaban. Sólo yo podía
escucharlos. Conforme la oscuridad crecía, estos se hacían más intensos y la
locura arañaba mi escasa razón.
¡¡Hola Lolilla!!Te escribo unas letras
pensando, en que puedes leerlas quiero imaginar que existe algo más allá, donde
un día te pueda encontrar, llevo muchos años de capa caída, en realidad desde
que te fuisteis. Es increíble como podemos llegar a depender tanto de una
persona, como llego a sentirme tan vacio