sábado, 20 de julio de 2013

Hoy día 20 de julio de 2013 me siento triste

Mes  de Julio del 2013 cada día me surge un mal en mi cuerpo, creo que no estoy capacitado para vivir  con estos males, desde  hace ocho años viene una cosa tras de otra, tu falta de mi vida es insoportable, a veces creo verte a mi lado y los sueños reviven cada momento de nuestros incomparables  cincuenta años de felicidad, Lolilla, este mundo no es para mí, sin estar tu, me conformo con tener a mi nieto Diego, que es el que me da la alegría y también muchos sinsabores, es un chico estupendo pero tiene mentalidad de persona mayor y solo quiere que este al lado de él.
Las malas noticias, no por el hecho de ser previsibles o verlas venir, se conviertes en menos malas, yo creía que iba a ser yo el que se fuera primero de este mundo, pero no ha sido así, tu te has adelantado y con mucha diferencia, no sé como levantar mis ánimos pensando que no te veré mas.
No sé si los 78 años son una barrera psicológica invisible pero muy tangible, pero el caso es que desde que falleció mi esposa, Loly, me he ido dando cuenta de que soy un viejo. Disfrutaba cada segundo y ahora lloro cada segundo, desátame el nudo que tengo en  mi corazón, Lolilla, quiero salir de este mundo y sonreír.
Sé que casi todo es sobre la  soledad, pero es que suelo escribir cuando me ataca el insomnio y esos malos pensamientos, dentro de mi hay alegría, creo en la paz, creo en que todo va a estar mejor (o quiero creerlo), no vale la pena vivir angustiado si al fin y al cabo todo es prestado y lo que alguna vez me hizo llorar ya pasara, ¿pero cuándo?
Cuando tu Lolilla no estás aquí todo pierde color todo deja de ser, todo empieza a morir. El amor de nuestros hijos, es eso que me hace despertar cada dia,me da aliento esperanzas y fuerzas para afrontar todos los obstáculos y retos que se te presenten en la vida. Y al final agradecerás a Dios por ese amor que me acompaña cuando más lo necesitaba.
Aunque llevo ocho años  en silencio no significa que todo va cien por ciento bien. Llevo estos años tratando de dominar lo que siento y ser más fuerte que la depresión. Tengo que pensar en mi familia antes de dejarme vencer. Cada vez que me dejó caer y me hago daño, no sólo me hago daño yo sí no que ellos sufre también. Me entristece verlos sufrir. Me duele mirar en sus rostros soledad y tristeza cuando notan que no me siento bien. Por ellos es que me he aguantado. Sin embargo, cada día que pasa me siento más soloi. Cada día que pasa la incertidumbre del futuro se apodera más de mi. Quisiera poder ver un mejor futuro para mí pero con tanta cosa negativa en el medio se me hace difícil mirar hacia adelante. A eso se le suma las complicaciones médicas que he tenido. Cada día es una lucha por subsistir. Y es una lucha que estoy perdiendo. Quisiera poder ofrecerle algo mejor a mis hijos pero no sé cómo. Lo único que puedo ofrecerle es mi mejor esfuerzo de ser un padre casi normal. Aunque no sea verdad. Lo único que quiero es que sean felices
Hoy día 20 de julio de 2013 me siento triste, solo, desanimado, ansioso, lloroso, derrotado, desilusionado, sin rumbo, cansado. Aunque miro a mi alrededor no veo a nadie que me pueda entender o comprender. Ya estoy cansado de tratar de explicarle a los demás qué es la depresión y porque me siento mal. No tengo a nadie que me escuche y me entienda. Quien me deje desahogarme y luego me ayude con paciencia a tratar de encontrar una solución. Alguien que me abrace sin juzgar y sin criticar.
Solo quiero llorar y llorar y llorar. Quiero poder ser capaz de terminar con mi vida de una vez y por todas. Estoy cansado de que cada vez que me estoy poniendo de pie lo vuelvo a perder todo. ¿No te cansarías de perder todo lo que siempre soñaste cada vez que crees que finalmente vas a poder ser feliz? Yo estoy bien cansado.

miércoles, 10 de julio de 2013

Siento que la vida se me va poco a poco


Siento que la vida se me va poco a poco, todos mis males  están sucediendo desde aquel 21-22 de Junio del año 2005, en que la muerte te separo de mi lado, Lolilla, desde entonces jamás he tenido un rato de felicidad o de alegría, mi cuerpo no ha podido soportar  tu desaparición y me ha condenado a vivir en la soledad ,agradezco mucho a mis hijos, su cooperación para que me encuentre bien, pero es una labor, que yo diría imposible, estamos ya a mediados del año 2013 y siento que la soledad se apodera de mi por mucho que este rodeado de gente.

La soledad es un sentimiento que nos llena el alma de un silencio frío y oscuro si no la sabemos encauzar. Lo cierto es que no nos han enseñado a combatirla, no tenemos instrumentos ni recursos que nos enseñen que la soledad no siempre es mala.

Desde entonces cada noche tengo unas horribles pesadillas. Revivo ese momento de tu muerte, no pude despedirme de ella, fue instantánea su muerte se que no sufrió, pero eso no es mi consuelo.¿Cómo lo vivo? Con incredulidad, ese instante en el que todo se acaba parece tan increíble. Sencillamente no puede ser. Pienso que algo tenía que haberme avisado de que eso iba a pasar.

El hecho de que nuestros hijos se vayan, deja un hueco, sin embargo considero que el hueco mayor es que ya no se está imbuido en  la vida, se acaba la vida laboral en el momento de la jubilación y se tiene más tiempo para estar con uno mismo, y no es fácil, y llega a ser aterrador y hasta paralizante. Es el momento de hacer un balance de lo que se ha logrado en la vida, de enfrentarse con sus logros y fracasos, con su luz y su oscuridad, con ellos mismos. La soledad que duele, la soledad que pesa nos habla de una gran desconexión de nuestro propio ser, de nuestra vida interior.

En la soledad y el silencio todo lo que nos rodea, los pensamientos, las situaciones, las relaciones, se van aquietando; nuestra propia realidad se resitúa y adquiere su justa importancia. En estos espacios, la persona puede sentir que está viva, que respira, que su corazón late, y puede paladear, incluso, la alegría y la sorpresa de existir. Pero al mismo tiempo surge un profundo sentimiento de humildad, de saberse limitado.

Yo  ya no soy  el mismo que fui  hace ocho años . Siento que ya no soy el mismo que antes, donde quedo aquel Ceferino  responsable y dedicado a su familia y a su trabajo?

Mis más tempranos recuerdos de la vida escolar se relacionan con una casa, amplia e irregular, en un pueblo de Marruecos. Tal vez el mayor placer que me es dado alcanzar hoy en día sea el demorarme en recuerdos de la escuela y todo lo que con ella se relaciona. Empapado como estoy por la desgracia -una desgracia, ¡ay! demasiado real- se me perdonará que busque alivio, aunque leve y efímero, en la debilidad de algunos detalles por vagos que sean. Esos detalles, triviales y hasta ridículos en sí mismos, asumen en mi imaginación una extraña importancia por estar relacionados con una época y un lugar.

Deseo que mi realidad sea mejor que mis sueños, amanece tan pronto y yo estoy tan solo, he de encontrar una senda que me lleve a tu lado, no es la primera vez que me encuentro tan cerca de conocer la locura,