Ya no sé en qué fecha estamos,
Lolilla, creo recordar que estamos en el mes de Abril del año 2013 en casa ya
no hay calendarios, y en mi memoria, todo está hecho una maraña. Me acuerdo de
aquellos calendarios grandes, bonitos, ilustrados, con imágenes de santos que
colgaban en la cocina Ya no hay nada de eso todas las cosas antiguas han ido desapareciendo,
y yo hui borrando sin que nadie se diera
cuenta Sentí como mi corazón se encogía, la barbilla me temblaba me aguante las
ganas de llorar. Diego, tenerlo entre mis brazos como ramita nueva que han
salido de este viejo tronco en que me he convertido, sentir su piel tiernita
muy cerca de mí, hasta me daba por cantar canciones de cuna ,yo los bendigo a
todos ¿qué culpa tiene que yo me haya vuelto invisible?¿cuántas veces ignoran
lo que dicen los mayores, ya estás mayor, que sabe son otros tiempo, recuerden
que también fuimos bebés, niños, jóvenes, adultos, llenos de vida, de ilusiones,
recuerda que mis manos, fuertes os dieron el apoyo que hoy les negáis, que mis
palabras le dieron muchas veces el consuelo. Los mayores que os rodean en la
familia o en cualquier lugar, fueron lo que eres, y lo que serás, ¿por qué no
recordar que la vida suele ser como un espejo devolviendo lo que se le da, amar,
cuidar y respetar a los mayores, es un acto de justicia, he caminado mucho para
llegar a donde estoy, no pisoteen mi camino, aprendan de mi.
La muerte no nos roba los
seres queridos. Al contrario nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo. Y es
que enfrentar el hecho de que una persona a la que amabas no está más a tu lado
es uno de los retos más difíciles ante los cuales nos pone la vida. La vida sí
que nos los roba muchas veces y definitivamente. A pesar de todas las
expectativas, el tiempo de mi muerte
está cerca. Quiero morir en casa. No dejes que mi fin te desarme Diego, y en
ningún caso llores por mí.
Qué pasa cuando
me siento solo cuando no encuentro salida,
cuando solo pienso en suicidarme, cuando siento que no valgo nada, cuando no
siento nada y que la depresión me ataca
y no puedo hablar, cuando no tengo la posibilidad de hablar con nadie porque me
siento solo.
Creo que moriría
si por algún motivo dejase de escribir. Podría decirse que lo que me hace vivir
todavía es escribir para que mi Lolilla desde el cielo lo pueda leer y así sabe
que no la olvido. Hoy tuve la felicidad de recibir en mi casa a varios de mis queridos
hijos para festejar mi cumpleaños. Para mí ha valido la pena vivir 78 años para
llegar a tener tan buenos hijos como son ellos. Agradezco el amor que me
tienen, pero aun más el amor que siento por ellos. ¡Sería muy triste vivir sin familia!
La vida ha sido
muy generosa conmigo. Doy gracias a Dios por la vida que me ha dado, durante la
cual he sentido grandes tristezas, pero también he tenido muchos momentos de
felicidad y satisfacción. Y mi más grande satisfacción es tener tan buenos hijos.
¡Es el mejor tesoro que se puede tener!
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